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| Pulpo a la plancha, crema de piquillos confitados y espuma de patata y puerro. |
En esta ocasión realizamos un plato de contrastes de textura y armonía de sabores. Utilizamos el pulpo como base principal, acompañamos de crema de piquillos y una espuma de patata y puerro.
El pulpo es un molusco marino y carnívoro, lo encontramos en aguas de todos los Continentes. Se caracteriza por tener un cuerpo blando y ocho brazos, cada uno de los cuales posee a su vez dos filas de ventosas.
Presenta proporciones considerables de vitaminas, sobre todo de la A, que interviene en el crecimiento óseo y muscular, combate las infecciones y previene del cáncer, además de mantener el revestimiento de todos nuestros tejidos.
Desde el punto de vista nutricional destaca la presencia de vitaminas del grupo B que participan en la metabolización de los hidratos de carbono y en la producción de energía en el nivel celular. La tiamina o B1 ejerce un papel importante en la buena salud cardiovascular, regula las cifras de glucosa en sangre y activa las funciones intelectuales, sobre todo la retentiva. La vitamina B2 es vital para el crecimiento, la reproducción y el buen estado de la piel, cabello y uñas.
Por último, la piroxina o B6 es absolutamente necesaria para el crecimiento, pues tiene la misión de asimilar las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas para la fabricación de anticuerpos y glóbulos rojos.
El pulpo es también fuente importante de minerales, en especial yodo, calcio y hierro.
En el proceso de elaboración de la espuma utilizaremos patata cherie, firme a la cocción y de excelente sabor. Posee un contenido en materia seca elevado, por ello además de su aptitud para la cocción nos da una calidad de frito casero excelente, lo que la convierte en la única variedad de carne firme con esta virtud.
El sabor intenso del tomate de piquillo confitado nos dará un último contraste perfecto para este emplatado.
