sábado, 19 de octubre de 2013

Rebozuelo (Cantharellus cibarius)



Hoy cocinamos rebozuelos o chantarelas, unas setas con un agradable sabor y carne muy apretada que podemos utilizar para consumir solas, en guisos o como parte de la guarnición de múltiples platos. Posee un dulzor muy agradable.
La versatilidad de esta seta la hace partícipe incluso de licores (dejándola macerar en orujo o anís) y también se utiliza para obtener un pigmento amarillo (canthaxantina).



INGREDIENTES
125 gr. de rebozuelos.
1 diente de ajo.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal.
Perejil.
Pimienta negra.
Germinado de cebolleta.


PREPARACIÓN
Comenzaremos por limpiar muy bien y con mucho cuidado los rebozuelos. Estas setas suelen tener bastante tierra y conviene ser extremadamente incisivos en su limpieza, evitaremos estropear cualquier preparación en la que se utilicen.
Picamos el ajo. En una plancha o sartén, con dos cucharadas de AOVE, freímos ligeramente el ajo picado.
Salpimentamos las setas.
Picamos muy finamente el perejil.
Antes de que el ajo comience a dorarse añadimos los rebozuelos a la sartén. Como os he comentado la carne de esta seta es bastante fibrosa por lo cual el punto de cocción lo decidiréis vosotros. Se pueden consumir incluso crudas. Yo, personalmente, prefiero que estén poco tiempo en el fuego, de esta manera se aprecia más su textura y su delicado sabor. Probar y decidir.
Antes de sacar de la plancha espolvoreamos con el perejil, mezclamos y servimos rápidamente.
La presentación que os propongo la utilicé también como guarnición en un guiso de ciervo. El colorido resultante de combinar los rebozuelos con el germinado resalta en cualquier emplatado que realicéis.

Listo. Un vino blanco fresco D.O. Rueda será el acompañante ideal para estas setas tan sabrosas.

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